Conferencia de Imanol Amayra sobre el impacto de las redes sociales en los comportamientos de la salud y enfermedad

Conferencia de Imanol Amayra

21 May 2025

Bilbao Campus

La Asociación de Personas Jubiladas de la Universidad de Deusto Pedro Fabro celebró el 13 de mayo la octava charla de su ciclo de conferencias sobre salud integral. El profesor Imanol Amayra impartió la ponencia titulada ‘El impacto de las redes sociales en la definición de la salud y enfermedad” en la que abordó el poder de los medios sociales para modelar el comportamiento humano y de la salud.

Según expuso, las características de las redes sociales comparten información más o menos extensa sobre cuestiones que atañen a la etiología, sintomatología y tratamientos de enfermedades narrada por pacientes y/o profesionales. Esta información puede ser contrastada por personas y grupos, pero, en apariencia, no hay barreras espacio-temporales.

El 80% de personas buscan información sobre cuestiones sanitarias y un 42-43% comparten información sobre amigos y familiares. El 28% de conversaciones en Facebook son sobre cuestiones de salud. Son personas que suelen tener dificultades para acceder a centros de salud o que están solas. Y es que, como señaló, “la sociedad es muy individualista y hay una cultura al ‘auto’, así como un culto al cuerpo y a la salud, que los medios de comunicación fomentan”.

Tal como explicó el profesor Amayra, el concepto de salud y enfermedad ha cambiado con los años. Así, la sociedad ha incorporado el concepto de calidad de vida y la ausencia de explicaciones satisfactorias favorece que “el paciente se convierta en experto en salud”. A ello se añade, que los profesionales de la salud tienen poco tiempo para atender a sus pacientes y cada día hay nuevas enfermedades de los cuales se tiene poca experiencia. También los programas de autogestión de enfermedades crónicas son apoyados por las instituciones y, además, los problemas de comunicación con el médico agravan el problema.

Por todo ello, “hay una mercantilización de la salud”, indica el ponente. En el 2002, se publica un artículo en la revista “British Medical Journal” sobre las enfermedades consideradas no-enfermedades en la que se incluye la vejez, el trabajo, el aburrimiento, etc. “Hay quien piensa, por ejemplo, que el estrés es una enfermedad”, apunta y añade que la conversión de la salud en enfermedad incluye, por ejemplo, los problemas personales y sociales. En este sentido, ha citado enfermedades como el síndrome del tigre enjaulado, depresión del paraíso, síndrome posvacacional, astenia primaveral o trastorno de alergia generalizada. Al respecto, ha destacado como el síndrome más impactante, el de Sissi que aparece en 1998. Y es que en Alemania un comportamiento activo y positivo ante la vida se consideró imposible, por lo que lo consideraron una enfermedad. Hay también estudios en que las vacunas producen problemas de depresión. Trump, por ejemplo, ha intervenido hablando del cloro como forma de tratar el coronavirus. “Parece que todo vale en las redes sociales”, concretó Imanol Amayra.

En esta línea, asegura que la población joven busca referencias en las redes sociales y percibe la participación de profesionales sanitarios como negativa. “Pueden pasar hasta 11 horas diarias en las redes sociales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las redes pueden generar una gran manipulación y limitar la libertad de las personas”, confirma. Entre los temas más consultados en las redes sociales, dijo que son el dolor y sobre las palabras más consultadas son las relacionadas a las cefaleas, la fibromialgia y esclerosis múltiple.

Como aspectos positivos, asegura que las redes sociales ofrecen a los investigadores información acumulada, y en tiempo real, sobre las inquietudes y problemas de la población. También promueven conductas saludables, proporcionan un alto nivel de conexión social, sobre todo cuando no hay información como es el caso de las enfermedades raras, e información sobre las instituciones. En definitiva, pueden combatir la desinformación.

Por contra, también tiene consecuencias negativas, entre las que destacan la existencia de noticias falsas como, por ejemplo, las relacionadas con el SIBO. “Las redes sociales lo magnifican y exageran supuestas enfermedades, por lo que se hacen necesarios la existencia de expertos para remediar estas informaciones erróneas y la desinformación. Es imprescindible detallar la autoría y el origen de las publicaciones".

El profesor Amayra concluyó su intervención con el mensaje de que las redes sociales forman parte de los axiomas que guían cada sociedad, pero el exceso puede ser negativo. Cada vez se da más valor a lo tecnológico. Los problemas éticos deben ser tratados de forma preferente como consecuencia de los efectos de manipulación y de las noticias falsas.

Este año, el ciclo organizado por la Asociación Pedro Fabro está presentando una visión integral de la salud, aunando diferentes áreas del conocimiento para buscar una perspectiva compartida, integrada y colectiva. Todo ello de la mano de profesionales, investigadores y voces expertas de diferentes disciplinas tanto de la Universidad de Deusto como de otras universidades.