Un nuevo estudio vuelve a confirmar que las violencias machistas siguen muy normalizadas y que los testimonios de las agresiones sexuales de las jóvenes se siguen poniendo en cuestión

La Universidad organiza unas segundas Jornadas donde alumnas participantes de talleres de autodefensa feminista reflexionan sobre el silencio que aun existe en las agresiones sexuales que se dan en el ámbito de las relaciones intimas y de pareja.

Imagen de la presentación del estudio

08 May 2025

Bilbao Campus

La Universidad de Deusto presentó el 8 de mayo los resultados del proyecto de investigación “Prevenir y erradicar las violencias machistas a través de la autodefensa feminista”, financiado por la Diputación Foral de Bizkaia. El proyecto tuvo una primera edición el curso pasado y este año a los grados de Psicología, Trabajo Social y Educación Social se han sumado el doble grado de Educación Primaria + Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de Bilbao y San Sebastián. En diferentes asignaturas de cada grado se impartió una sesión sobre autodefensa feminista desarrollada por el Módulo Psicosocial de San Ignacio y, además, se han realizado en la universidad dos talleres prácticos (noviembre y febrero) dirigidos a mujeres.

El proyecto incluyó la realización de un estudio con el objetivo de analizar el impacto del proyecto en la concientización de las violencias machistas y en la reducción de los estereotipos y prejuicios en torno a las violencias sexuales. A partir de un cuestionario que respondieron 357 personas de las cuales 67% eran chicas, 31% chicos y 2% no binarios, la investigación ha constatado que los mitos que mayor puntuación han obtenido son: “las acusaciones de violación a menudo se utilizan como una forma de venganza hacia los hombres”, “los hombres no suelen tener la intención de forzar a una mujer, pero a veces se dejan llevar por sus impulsos sexuales” y “la violación ocurre cuando el deseo sexual de un hombre se descontrola”. Estos mitos refuerzan el imaginario social que justifica las agresiones sexuales debido a la naturaleza incontrolable de la sexualidad masculina.

En cuanto a las experiencias de agresiones sexuales, 4 de cada 10 mujeres afirman haber sido víctima de una agresión sexual a lo largo de su vida en las que un 60% la persona agresora era alguien conocido, lo cual rompe con el “mito de la violación” por parte de desconocidos. Destaca también que un 54% de las mujeres agredidas aseguran no haberlo contado a nadie, algo que revela el silenciamiento que aun persiste en torno a la violencia sexual. Además, casi tres cuartas partes manifiesta que estas experiencias han tenido un impacto negativo en su vida cotidiana a medio largo plazo. Sin embargo, más de la mitad (un 52%) asegura no conocer a qué recursos dirigirse en caso de una agresión sexual.

Por último, es reseñable, que 6 de cada 10 participantes del proyecto afirma no haber recibido anteriormente una formación en género y solo un 13% dice haber participado en grupos feministas o de reflexión sobre masculinidades. No obstante,3 de cada 10 no participa, pero le gustaría.

Introducir herramientas de autodefensa feminista

En ese sentido, el estudio confirma que introducir la formación teórica y práctica de la autodefensa feminista es una herramienta fundamental para que las mujeres jóvenes puedan identificar violencias sexuales que siguen estando normalizadas en la sociedad actual, así como adquirir herramientas individuales y colectivas para hacerles frente. De hecho, es notable que un 85% del alumnado respondió estar totalmente de acuerdo con la necesidad de que la autodefensa feminista sea introducida en el curriculum universitario.

Además de dar a conocer los principales resultados del estudio, la jornada contó con el testimonio de tres alumnas participantes en el taller práctico en autodefensa feminista que compartieron su experiencia. A continuación, intervino Karin Konkle, formadora en autodefensa feminista y autora del libro: “Autodefensa feminista para todo el mundo”. Por último, se realizó una mesa redonda con experiencias diversas en torno a la autodefensa feminista donde intervinieron el colectivo de mujeres nicaragüenses de Matagalpa, el movimiento feminista de Hernani y AMUGE: Asociación para la promoción y el empoderamiento de las mujeres gitanas de Euskadi.