16 June 2017
Bilbao Campus
La Universidad presentó el 16 de junio, en presencia del Lehendakari Iñigo Urkullu, el libro “Memoria y reconciliación”, un trabajo sobre la historia de la Universidad de Deusto mirada desde una nueva perspectiva: la vulneración de los derechos humanos y el compromiso activo en su defensa y promoción. La obra, que no es un libro más, trata de recuperar la historia, dejar que los hechos hablen y no olvidarlos. Y es que, según palabras del rector José María Guibert”: “hacer memoria es un paso para avanzar hacia la paz y la reconciliación·.
Esta publicación se edita con motivo del 80 aniversario de un hecho que fue muy relevante para la Universidad: la intervención del posteriormente lehendakari Leizaola para lograr in extremis que los edificios de la Universidad no fueran dinamitados con las cargas de pólvora que se habían colocado ya en su recinto para tal efecto. Se pretende de este modo agradecer a su persona y a los gudaris del batallón Ibaizabal que se encargaron de retirar los explosivos de los edificios de la Universidad.
Se edita también en un contexto en el que la Compañía de Jesús enfatiza en su última Congregación General (2016) uno de los elementos importantes de su carisma inicial y que la han distinguido a lo largo de su historia: el fomento de la reconciliación. “Reconciliar desavenidos” es una expresión que aparece ya en los documentos fundacionales de la Compañía y el “ministerio de la reconciliación” se estima importante en su misión actual en el dividido mundo en que vivimos.
El recuerdo de lo ocurrido hace ocho décadas se ha querido acompañar en este libro con una recopilación más amplia de los hechos que de manera más significativa han atentado contra esa reconciliación a la que estamos todos llamados. Según palabras del rector José María Guibert: “Si Jesús María Leizaola hace ochenta años, en junio de 1937, tuvo la visión y decisión de salvar los edificios de la Universidad porque salvaba un patrimonio que era absurdo destruir, otras personas han sabido también en nuestra historia salvar unos valores y unos derechos en momentos difíciles en los que parece que lo más fácil era ceder a la barbarie o al poder establecido o impuesto. Los valores han de guiar nuestra actuación: la tolerancia, la convivencia democrática, la conciencia crítica, el diálogo respetuoso, el apoyo a las víctimas, la cultura cívica, la solidaridad, la lucha por las libertades y la coherencia ética, entre otras.”
Seis narraciones, de la II República hasta hoy
“Memoria y reconciliación” está dividido en seis capítulos. Seis narraciones de distintos momentos de la historia de la Universidad de Deusto en los que nos preguntamos sobre cómo hemos sufrido la violencia, cómo hemos participado, cómo hemos hecho frente a estos hechos, cómo hemos fomentado la paz, la convivencia y los derechos humanos. Los autores son: José Antonio Rodríguez Ranz, María Jesús Cava, Rosa Miren Pagola, Izaskun Sáenz de la Fuente, Galo Bilbao y Gorka Urrutia.
Los primeros dos capítulos se centran en el tiempo de la preguerra y de la guerra civil española. El primer capítulo, además de recordar el nacimiento de la Universidad en 1886, recoge la disposición legal “antihumana y antijurídica” que disuelve la Compañía de Jesús y obliga a los jesuitas a abandonar el país. Esto lleva, en tiempos de la República, a la incautación “ilegal, ilegítima e injusta” de la Universidad en 1932. A partir del verano de 1936 la Universidad se convirtió en cuartel general de las milicias socialistas durante un año, en cuya última parte tiene lugar el episodio de intento de demolición de los edificios en junio de 1937.
El capítulo segundo presenta a la Universidad como testigo del final de la guerra y la primera posguerra. Desde el 19 de junio de 1937 fue campo de concentración de “prisioneros y entregados”. Fue cárcel, hospital, campo de concentración y base “para la constitución de batallones de prisioneros”.
Los siguientes dos capítulos analizan algunos hechos del tiempo franquista. El tercer capítulo cuenta cómo en 1940 tuvo lugar la devolución de lo incautado a sus “legítimos propietarios” y cómo pudo recomenzar la actividad académica gracias al apoyo de cargos públicos que habían estudiado aquí. Pronto comenzó un adecuación académica a programas que se impartían en centros de referencia para lograr “la formación de hombres prácticos y modernos que necesitaba la Patria”, parafraseando el estilo y lenguaje de la época. Con los años, las transformaciones socio-culturales del entorno obligaron a la Universidad a innovar y a consolidarse como Universidad propiamente dicha.
El cuarto capítulo narra los pasos dados hacia la libertad y el cambio. La Facultad de Teología, junto al conjunto de sectores eclesiales, tuvo un papel significativo en la proclamación y defensa de nuevos valores. Fue tiempo de muchas tensiones, conflictos y sufrimientos internos. Se fomentó la libertad de expresión y de reunión. Por otro lado, la promoción de la cultura vasca fue también signo de libertad y renovación, cosa que no ocurrió hasta finales de los sesenta, al principio con unos seminarios y posteriormente con otras actividades y grados académicos.
Los últimos dos capítulos se adentran en el período de democracia. El capítulo quinto analiza los años duros del terrorismo. Se presenta un relato de lo que se ha vivido en la Universidad de Deusto. Por un lado, se realiza una crónica de las principales victimizaciones padecidas, principalmente causadas por ETA, como el asesinato de José María Lidón o el atentado contra el profesor José Ramón Recalde. Más que una finalidad exhaustiva, la narración tiene un objetivo ejemplarizante. Por otro, se cuenta también la actividad de enfrentamiento a la violencia terrorista que ha mantenido la comunidad universitaria, así como las iniciativas de reconocimiento y solidaridad a las víctimas, entre las que se encuentra la propia constitución de Gesto por la Paz en el campus.
Por último, el sexto capítulo detalla las iniciativas que desde la Universidad de Deusto se han producido en el ámbito de la paz, la convivencia y la promoción de una cultura de derechos humanos. Un buen número de personas vinculadas a esta Universidad han tenido un papel propio en los aportes a la paz, reconciliación y convivencia del país. En lo que respecta a los temas que aquí se analizan, se han creado centros de investigación, se han apoyado publicaciones, ha habido formación específica, se han organizado eventos académicos (jornadas, conferencias, congresos, etc.), se han introducido estas temáticas en el currículo, ha habido actos institucionales, etc.
Además, hacer memoria llevó, en el año 2014, a crear en el campus de Bilbao un espacio de memoria y de recuerdo, la Plaza de la Memoria. El espacio cuenta con una escultura con este lema: “En memoria de todas las víctimas de la violencia y de la vulneración de los derechos humanos, a lo largo de la centenaria historia de esta Universidad, dentro y fuera de sus muros”. El escultor quiso en esta obra crear un conjunto con multitud de cristales pequeños a modo de mosaico. Las muchas piezas simbolizan la diversidad y pluralidad. El conjunto, la unidad. La parte exterior es más oscura, la parte central es cristal transparente. El color claro del centro, hacia donde se orienta la mirada, es más luminoso. Hace de luz permanente, como los pebeteros que mantienen siempre la llama encendida. Estas intuiciones coinciden con algunos de los principios que el Papa Francisco establece en Evangelii Gaudium cuando habla de la paz social: siempre quiere recordar que “la unidad prevalece sobre el conflicto” y que “el todo es superior a la parte”.