02 mayo 2018
Campus San Sebastián
El campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto acogió el 2 de mayo una nueva jornada organizada por DeustoForum Gipuzkoa y que contó con la participación de Michel Camdessus, quien fuera “Presidente del Banque de France” y “Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 1987 a 2000”, donde analizó las perspectivas mundiales para el 2050 en el ámbito político y económico desde una mirada ecológica. El acto, que fue presentado por el catedrático de Economía de la Deusto Business School, Asier Minondo Uribe-Etxeberria, sirvió también para presentar los dos libros de Michel Camdessus: ”La escena de este rama es el mundo (Política y Globalización)” y “El mundo en el 2050”.
Camdessus comenzó su intervención con la identificación de los elementos estructurales que a su juicio definirán el mundo dentro de 30 años, los desafíos/riesgos más importantes y las oportunidades que deberíamos aprovechar. En este sentido citó “10 mega tendencias” tal y como las denomina él, que marcarán el devenir de nuestro futuro para el año 2050 y que habría que tener muy en cuenta:
La primera de ellas corresponde al crecimiento global mundial, cercano al 3,5-4%, en una economía de libre mercado donde se producirá un incremento de la riqueza total pero amenazado por la inestabilidad financiera y la desigualdad. El componente demográfico fue la segunda tendencia citada por Camdessus. El mundo tendrá 9,7 mil millones de habitantes en 2050, más de 2 mil millones más que en 2018, donde la mayor parte del incremento (cerca del 50%) se dará en el continente africano y tendremos sociedades más envejecidas salvo en África y Oriente Medio. Pasaremos de un mundo rural a un mundo urbano, donde cerca de 2/3 de la población mundial vivirá en ciudades (actualmente es un 50%), esto exigirá realizar mayores inversiones y abordar una reestructuración urbana sin precedentes. El comercio internacional y las finanzas estarán mucho más entrelazadas, pero habrá una mayor inestabilidad. Una clase media mundial emergerá (la clase media definida por Naciones Unidas) que supondrá el 84% de la población mundial en 2050, esto puede suponer, si no se cambian los modelos actuales de consumo que exista una gran competencia por los recursos naturales finitos (energía, minerales, agua…), Camdessus lanzó la pregunta: ¿Podría la tierra soportar las exigencias de 4.000 millones de personas de clase media que quieren seguir con el modelo actual de consumo? Según Camdessus el cambio climático también supone una amenaza a nivel mundial. El calentamiento global dañará a los países más pobres, es necesario y factible un crecimiento “verde” y una drástica reducción de las emisiones CO2, se trata de una obligación moral compartida para generaciones futuras que hoy por hoy no se está dando. Michel añadió también que los avances tecnológicos pueden solucionar muchos problemas y acelerar el ritmo de crecimiento de la economía mundial: “es necesario dar una mayor prioridad a la I+D+i y a la capacitación de los empleados”. La tecnología debe ser un bien global mundial. La “novena mega tendencia” definida correspondió al “ascenso de las economías emergentes”, que Camdessus definió como “desliz tectónico”. En 2050 más del 50% del producto mundial se generará en Asia. El G-7 ha perdido en legitimidad al pretender orientar su destino en un mundo dominado por los países emergentes, es necesario una Europa fuerte y unida para que no se convierta en “irrelevante” en un panorama internacional que ya está cambiando. En este sentido puso el ejemplo de su país, Francia, actualmente la 6ª-7ª economía del mundo y que en el 2050, según las previsiones, pasará al puesto número 14. La décima “mega tendencia” corresponde, según Camdessus, a la expansión del fundamentalismo y la violencia, una amenaza para la seguridad mundial y el estado de derecho. En este sentido indicó que: ”urgen compromisos de cooperación globales, que mejoren el crecimiento y pongan freno a este problema que irá a más. Hay que conseguir un orden mundial y un progreso con una mayor cooperación”.
Michel Camdessus subrayó que: ante tales retos se necesitan nuevas instituciones, es necesario renovar las formas de cooperación para que el mundo no se nos vaya de las manos. Tras su experiencia con varios líderes de países africanos llegó a la conclusión de que: la educación de las chicas es la clave para el desarrollo en África, también la mejora de infraestructuras en las ciudades, la solución a los problemas migratorios…
Camdessus ve necesario un sistema multilateral capaz de dar respuesta a todos los países, “hay que reformar las instituciones (comenzando por naciones Unidas), hay que buscar, un bien común global porque los países están cada vez más vinculados entre sí” indicó. En relación a cómo podemos hacer frente a la escasez de recursos ante el incremento de esa clase media que presumiblemente consumirá cada vez más y más, Camdessus indicó que deben cambiar los estilos de vida, hay que cambiar la conciencia, crear ciudades inteligentes, cambiar las dietas, tanto en la esfera pública como privada, en definitiva: “hay que abandonar la cultura de ganar más para consumir más, es preciso crear una cultura más solidaria, más natural”.
Michel Camdessus nació en Bayona en 1933. Estudió en la Universidad de París y en el Institut d'Etudes Politiques de Paris y en la Escuela Nacional de Administración (ENA). Entre otros cargos fue Presidente del Banque de France y Director Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) desde 1987 a 2000.
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