05 diciembre 2007 OtrosCon este modelo, la nueva doctora pretende contribuir al principal objetivo del inminente Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), cuya construcción se inició en 1999 con la firma de la Declaración de Bolonia y finalizará previsiblemente en el año 2010, que es proporcionar mayor transparencia acerca del nivel y contenido de las enseñanzas certificadas por cada titulación y facilitar la movilidad de alumnos, profesores e investigadores en Europa. En este contexto, el concepto de competencia, expresada como resultados de aprendizaje articulados en un perfil formativo, se convierte en una de las apuestas clave de la universidad europea para afrontar con éxito los retos del mencionado EEES.Esta investigación de la Universidad de Deusto ha recibido el Doctorado Europeo, una mención especial que añade valor internacional al grado de Doctor, ya que la concesión de este reconocimiento a nivel del Estado es escasa por lo relativamente reciente de la regulación, así como por el número y nivel de exigencia de los requisitos solicitados.El modelo propuesto (DILCES: Desarrollo, Integrado, Longitudinal, Competencias, Educación, Superior) puede definirse como un sistema complejo e integrado que, a través de una espiral guiada de autorreflexión-planificación-registro-evaluación de experiencias de aprendizaje vividas dentro y fuera del aula, y basándose en una serie de instrumentos de apoyo, ayuda al alumno a: conocerse como aprendiz; gobernar sus propios procesos de aprendizaje; trabajar estrategias que le permitan aplicar lo aprendido a nuevas situaciones o contextos; y afianzar las competencias que integran su perfil formativo.La configuración de este modelo viene definida por una serie de atributos, componentes (contrato de aprendizaje, registros de aprendizaje, portafolio y tutor) e instrumentos de apoyo. Adicionalmente, el modelo posibilita el reflejo de las competencias desarrolladas por el alumno en un formato que complementa y supera las limitaciones de la tradicional hoja de calificaciones, encontrando un encaje idóneo en el actual Suplemento Europeo al Título (SET). En este sentido, promueve un tipo de evaluación sostenible, que prepara a los estudiantes para satisfacer sus necesidades de aprendizaje futuras.En la actualidad, todos los agentes económicos y sociales a nivel europeo e internacional abogan por el aprendizaje permanente como única vía para promover la ciudadanía activa y la empleabilidad. Se cree que es indispensable seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida y eso significa que los profesionales deben saber cómo aprender nuevos conocimientos o, dicho de otra manera, deben 'aprender a aprender'.Responder a este reto ha sido el objetivo de la investigación de Estibaliz Goñi. Para diseñar este modelo, la nueva doctora europea ha recopilado y estudiado bibliografía sobre el concepto de competencia y, en particular, su desarrollo a través de instrumentos de evaluación innovadores. Asimismo ha analizado los resultados derivados de las experiencias implantadas principalmente en universidades del Reino Unido, un país pionero en Europa en el desarrollo de competencias en el ámbito formativo. Ha estudiado además las implicaciones de las nuevas sociedades del conocimiento para la Educación Superior; ha profundizado en el análisis del concepto de competencia para construir una visión propia sobre la que fundamentar el trabajo de investigación; y ha analizado el tipo de modelos formativos que la introducción de las competencias en el currículo exige.Para ello, Goñi se ha basado fundamentalmente en los trabajos desarrollados por diferentes autores sobre el concepto de competencia y en los diversos pronunciamientos de la Comisión Europea, comunicados firmados por los Ministros Europeos de Educación Superior y estudios realizados por instituciones de ámbito internacional como la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) o la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Asimismo, es destacable la contribución de la documentación elaborada desde el proyecto Tuning, que representa la respuesta directa de las universidades europeas a la citada Declaración de Bolonia.Ha estudiado igualmente cómo debe ser el aprendizaje que la universidad debe promover, el papel que las metodologías de evaluación juegan en el desarrollo de competencias y qué tipo de metodologías resultan apropiadas para la formación de alumnos estratégicos. Ha analizado en especial el uso del portafolio como instrumento de evaluación de competencias. Posteriormente, ha estudiado la realidad del Reino Unido en base a los estudios realizados sobre las iniciativas implantadas basadas en el uso del portafolio, y en particular al proyecto denominado Progress File. Ha examinado trabajos de naturaleza recopilatoria sobre las experiencias habidas en el empleo de instrumentos de la familia del portafolio. Merece la pena subrayar el trabajo realizado en esta línea por Assiter & Fenwick (1993), Jackson (1994),Jackson & Ward (1997) y O?Connell (1998). A la hora de exponer los resultados derivados del impacto de diferentes propuestas basadas en el portafolio sobre el aprendizaje del alumno, Goñi se ha apoyado fundamentalmente en los trabajos de O?Connell (1998), Gough et al. (2003) y Hall & Powney (2003).En concreto, a la hora de definir los componentes de este modelo, la investigadora se ha fijado en aquellos trabajos en los que se ha hecho un esfuerzo por interconectar en un proyecto único elementos que generalmente se presentan dispersos. En especial, destacan los trabajos de Bolender (1997) y McNeill & Bellamy (1995). Además, se ha apoyado en el cuantioso material publicado bajo los auspicios del Department of Education and Skills (DfES) británico o en el trabajo realizado Jackson & Ward (2001, 2004) y Ward et al. (2006). De entre todas las universidades examinadas, se ha servido más directamente de las experiencias lideradas por la Anglia Ruskin University, la University of Worcester y la University of Manchester.En definitiva, el modelo propuesto pretende ayudar a la universidad en su propósito de formar profesionales cualificados y personas responsables y flexibles, a través del estudio de experiencias innovadoras a nivel europeo y tomando en cuenta las carencias detectadas en la investigación realizada. Los principios y prácticas que subyacen al modelo DILCES guardan relación con la visión de un profesional que contempla su carrera como un camino abierto, estructurado como un portafolio de oportunidades, y reflexiona sobre la propia práctica como modo de aprendizaje. Un profesional capaz de movilizar recursos diversos para aplicarlos eficazmente a circunstancias no previstas, regulando sus actuaciones y evaluando los resultados obtenidos.