12 noviembre 2020
Campus Bilbao
¿Qué nos dice la encíclica Fratelli Tutti a la Universidad de Deusto? ¿Hay ideas que aparecen en esta encíclica que podemos adoptar o nos pueden hacer pensar? ¿Qué dice que sea iluminador, ya sea que nos confirme y refuerce lo que hacemos o queremos hacer, o nos proponga nuevas líneas, ideas, retos? Con el lanzamiento de estas cuestiones, el rector José María Guibert abrió el pasado 12 de noviembre un seminario online, moderado por Xabier Riezu, en el que cinco personas de la Universidad hicieron una lectura de la encíclica desde las prioridades institucionales señaladas en el plan estratégico “Deusto 2022: Transformando el mundo juntos”.
La profesora de Teología, Cristina Pena, fue la primera en intentar responder estas preguntas y lo hizo desde la prioridad de “la formación y los valores”. En su opinión, la universidad como agente de transformación social tiene que trabajar, más allá de la formación en competencias profesionales, en valores que trabajen la dignidad humana. El Modelo Deusto de Formación ya lo hace, pero asegura que hay que ir más allá y sacarle mayor partido sobre todo en tres líneas: el “silencio y la escucha”, el “diálogo-pluralidad” y el “cultivo de los valores morales-el amor”. Para la profesora Pena, el reto es cultivar “la comunicación y relaciones interpersonales auténticas, lo que significa profundizar en la comunidad como un instrumento de desarrollo”. Un “camino ilusionante” en el que “cada uno juega un papel para crear una nueva historia del mundo en paz”.
La vicerrectora de Investigación y Trasnferencia, Rosa Santibáñez, expuso su lectura de la encíclica desde la Investigación y la transferencia. Destaca la diversidad de perspectivas desde las que se puede leer el texto (religiosa, católica, otros credos…) y observa cómo se construyen algunos conceptos a través de un juego de contrastes (yo/ nosotros; conocimiento/ reconocimiento; ciencia/ religión; occidente/ oriente). Ha seleccionado 10 párrafos (7, 8, 29, 35, 31, 47, 49, 50, 136, 204), de los que saca 5 ideas inspiradoras para la tarea de los investigadores e investigadoras en la universidad. Las principales ideas son: la ciencia como valor de progreso; la investigación con Ética y sentido de responsabilidad. Comprometida con la verdad y con la realidad. ¿Qué? ¿Para qué? Cómo?; la investigación para resolver problemas comunes y “universales”; la investigación desde el reconocimiento de la Fragilidad / Interdependencia; y la investigación con impacto científico y con impacto social.
Gema Tomás, decana de Derecho, fue la siguiente en intervenir y lo hizo centrándose en la encíclica Fratelli Tutti y el liderazgo y compromiso social. Defiende que el liderazgo que ha de ejercer la Universidad no es un liderazgo cualquiera, sino que ha de esta pensado para otros como socios. En este sentido, opina que la encíclica da algunas claves. La primera: “pensar y gestar un mundo abierto” lo que significa que somos una universidad que tiene la responsabilidad de “gestar/crear” un mundo para los demás. Una segunda idea: “caminos de reencuentro”, que nos invita a adoptar una actitud dinámica para construir en común y trabajar conjuntamente por el bien común. La tercera clave es: “la mejor política” que dice que somos todos corresponsables con la generación de nuevos profesionales y la transformación responsable como institución educativa. Hemos de ejercer un liderazgo con compromiso porque “nuestro liderazgo o es con compromiso o no lo es”.
Eider Landaberea, secretaria general, profundizó sobre lo que puede aportar la encíclica a las personas y comunidad universitaria. Una oportunidad, en su opinión, para repensar y reencontrarnos en un trabajo comprometido. “Educamos, formamos a estudiantes comprometidos por crear un mundo mejor, un mundo más justo, más humanos y más sostenible”. Para ella, lo más ambicioso es cómo hacerlo “juntos” y para avanzar en el ¿cómo se hace? sugiere: “ser maduros y superar la infantilidad”, “superar las indiferencias y el que cada uno vaya a lo suyo”, “respetar los puntos de vista distintos”, “dialogar” y, sobre todo, “recuperar la amabilidad”. Asegura que, sin escucha, no hay diálogo: “las grandes transformaciones no se hacen en los despachos, sino día a día, y con los demás”.
El seminario se completó con la aportación de Cecilia Martínez, directora de Responsabilidad Social Universitaria, cuya reflexión giró sobre la relación de la encíclica Fratelli Tutti con la organización y buen gobierno de Deusto. En su opinión, este texto nos invita a conectar con nuestra experiencia creyente y a volver al Evangelio. Con este objetivo, cree que se han de repensar nuestra estructura y dinámicas para contribuir más eficazmente a sostener la inspiración cristiana e ignaciana de nuestro proyecto y comunidad universitaria. Poner nuestro relato en diálogo con la sociedad a través del lenguaje de la Agenda 2030 es también un reto que asegura tendremos que abordar. Según ella, “en la medida en la que profundicemos en nuestra ‘verdad’ organizativa, en nuestras convicciones compartidas respecto a quién es Deusto y cuál es su papel social, reforzaremos la agilidad y flexibilidad que necesitamos para ofrecer propuestas y respuestas institucionales a los retos de la humanidad”.