Reunión de las "pioneras de Deusto"

Inmaculada Boneta, Itziar Monasterio y Mª Sol Pineda

11 julio 2025

Campus Bilbao

Han pasado 66 años desde que las primeras mujeres se incorporaron a la Universidad. Fue en 1959 cuando Mª Sol Pineda, Mª Mar Vreugde, Itziar Monasterio e Inmaculada Boneta se matricularon en Deusto, en la Facultad de Derecho, rompiendo así el exclusivismo masculino de la Universidad mantenido durante más de setenta años y casi sesenta años en el siglo XX. Este mes de julio, tres de estas pioneras: Inmaculada Boneta, Iciar Monasterio y Mª Sol Pineda se han vuelto a reunión después de un tiempo, aunque mantienen una relación muy estrecha.

Ellas desafiaron bromas y situaciones difíciles y obligaron a un cambio de modales y relaciones humanas. Las ‘cuatro pioneras’ terminaron con éxito su carrera al cumplirse el año de reconocimiento oficial de la Universidad. El avance femenino fue progresivo en Derecho. En Filosofía y Letras va a ser arrollador desde el principio. En Ciencias Empresariales-La Comercial, el padre Bernaola admitió en el curso 1963-64 a dos mujeres: Mª Begoña Revuelta Alonso e Isabel Zarauza.

No es fácil hacerse idea hoy, tras darse una vuelta por los claustros lo revolucionario de aquella medida y no sólo en los años de principios de siglo. Las primeras chicas fueron advertidas que su admisión era a modo de prueba piloto y estaban obligadas a cumplir con una serie de normas y requisitos por el hecho de ser mujeres. Por ejemplo, tenían que sentarse todas ellas juntas y en la primera fila de la clase para no llamar la atención de los chicos.

Pero desde el primer momento pusieron la bandera muy alta. Pues no sólo figuraron en la primera fila de clase sino también en a la cabeza de su clase en resultados académicos. Siempre obtuvieron las mejores notas por lo que se ganaron el respeto y consideración de sus compañeros y profesores. A pesar de ello, su vida en la universidad no fue fácil para ellas. En los tiempos de recreo no se atrevían a entrar en el pequeño bar y tenían que recurrir a la ayuda de algún compañero que se ofrecía a sacarles bocadillos…

Todo esto ya queda para el recuerdo, pues si alguna revolución triunfó en algún sitio pacíficamente, la victoria femenina debe estar entre las mejores por sus modestos y difíciles comienzos. Victoria avasalladora porque hoy el 56% del alumnado es femenino, el 61% del profesorado también, así como el 46% de las personas en puestos de dirección.