12 diciembre 2019
Campus Bilbao
La Cátedra de Ocio y Discapacidad de la Universidad de Deusto cumple 25 años y para celebrarlo ha organizado unas Jornadas conmemorativas que sobre el tema “La mirada que falta: mujer con discapacidad”, tuvo lugar el 12 de diciembre.
Lorea Bilbao, diputada de Euskera, Cultura y Deporte de la Diputación Foral de Bizkaia, Dorleta Ugarte, directora de empresas, Programas Wengange, de la Caixa, y Juan José Etxeberria. Vicerrector de Comunidad Universitaria de la Universidad de Deusto, abrieron este encuentro cuya conferencia inaugural titulada “Mujeres y discapacidad: una mirada interseccional” ofreció la socióloga María Silvestre y directora del Deustobarometro.
En el acto se habló de “La igualdad: una asignatura pendiente al hablar de discapacidad”. Otros temas sobre los que se profundizó son el turismo inclusivo desde la perspectiva de género, la mujer con discapacidad y los medios de comunicación o la relación de estas mujeres con los derechos humanos, entre otros.
Entre los ponentes principales se encuentran los expertos Asunción Fernández-Villarán, Javier Martínez Contreras, Pilar Rodríguez, Trinidad Vicente, Inmaculada Arrieta, Itziar Ceballos, Natalia Flores, Amparo Cubillas, Ana Mª Santamaría, Henar Pascual, Silvia Muriel y Lorena Fernández.
Este encuentro da voz a los problemas de las mujeres con discapacidad y conoceremos de cerca la realidad de ser mujer y tener una discapacidad visual, auditiva, intelectual o física. También se presentará una investigación sobre mujer y enfermedad mental: avances y retos en el siglo XXI.
Manifiesto por un ocio inclusivo
La Jornada también incluye la lectura compartida del Manifiesto por un Ocio Inclusivo, un texto promovido en 2003 y que se actualiza periódicamente mediante un proceso participativo con un grupo heterogéneo de agentes del sector del ocio y del ámbito de la discapacidad. El Manifiesto renueva el compromiso de potenciar el desarrollo del ocio como experiencia humana integral y derecho fundamental de toda persona.
El Manifiesto por un Ocio Inclusivo tiene por objeto promover la filosofía de la inclusión como principio de la intervención política, de gestión y educativa en los ámbitos del ocio (así como debiera de promocionarse en otras esferas de la vida), que tiene como destino a la ciudadanía en general, y a las personas con discapacidad y a sus familias en particular, a lo largo de toda la vida. Dada la importancia del fenómeno del ocio en la sociedad, es necesario destacar las potencialidades y posibilidades de un modelo inclusivo que adopte medidas políticas, trabaje la educación y gestione los proyectos de manera que todas las personas participen plenamente, siendo protagonistas.
En el documento se define un entorno inclusivo de ocio como aquél en el que todas las personas pueden participan y se interrelacionan. Para lograrlo, se debe producir un cambio sistémico del mismo, tanto en las estructuras como en los procesos. Se debe trabajar en la creación de una cultura inclusiva, la aplicación de políticas inclusivas y el desarrollo de prácticas inclusivas para asegurar el acceso de cualquier persona a todos los equipamientos, servicios y programas de ocio de la comunidad.
Las personas con discapacidad son un grupo heterogéneo, con un repertorio diverso de necesidades en función de sus características, edad y momento vital. Todas ellas son titulares de los mismos derechos y deberes, entre los que se encuentra el derecho al ocio, que el resto de la ciudadanía y, como tal, reclaman el acceso a los recursos de ocio disponibles desde la equiparación de oportunidades. Es necesario propiciar experiencias positivas y satisfactorias de ocio inclusivo desde la infancia como fuente de disfrute y desarrollo en entornos comunitarios. Es ella la que debe decidir sobre su propio ocio pues la persona es el verdadero protagonista.
De ahí, que se debe contemplar un cambio de estructuras y procesos que permitan el acceso de las personas con discapacidad, siempre como primera opción, a los programas y servicios de ocio de la comunidad y desde las industrias del ocio, incorporando respuestas a sus necesidades de apoyo. Los servicios de ocio de los movimientos asociativos deben ser facilitadores de la participación de las personas con discapacidad en la comunidad.
Por último, el manifiesto fija las necesidades específicas de las personas con discapacidad en los ámbitos del ocio (personas ciegas y con discapacidad visual, personas con discapacidad física, personas con discapacidad intelectual, personas con discapacidades múltiples o pluridiscapacidades, personas con enfermedad mental crónica, personas con parálisis cerebral, personas con trastorno del espectro autista (TEA) y personas sordas y con discapacidad auditiva).