09 octubre 2020
Campus Bilbao
La Universidad de Deusto ha puesto en marcha este curso el nuevo Master of Laws (LLM) in International Legal Studies, un programa oficial que proporciona formación especializada en el área del Derecho Internacional y que tiene como objetivo ofrecer a los graduados ampliar su red de contactos y experiencia en un mundo cada vez más internacionales.
Estos estudios se inauguron el 9 de octubre, con un webinar en el que el profesor emérito de Derecho Internacional, Jaime Oraá, habló de "The United Nations in its 75th Anniversary: Achievements and Challenges". En este acto, también participaron el vicerrector de Relaciones Internacionales, Alex Rayón, y la decana de la Facultad de Derecho, Gema Tomás.
Durante esta conferencia de apertura, el profesor Oraá, experto en Derechos Humanos, repasó los logros de la ONU, una organización internacional que este mes cumple su 75 aniversario y que, si bien ha jugado un papel clave en varios temas de relevancia global, aún tiene un largo camino por recorrer.
Resumen de la conferencia
Sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial y teniendo en mente las atrocidades perpetradas en los campos de concentración y de exterminio creados por la Alemania nazi, en octubre de 1945 iniciaba su andadura la sucesora de la Sociedad de Naciones (1919-1939): la Organización de las Naciones Unidas. Evidentemente, la nueva organización internacional era hija de su tiempo y de un contexto histórico muy determinado, dominado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, en particular Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia y Gran Bretaña, que diseñaron una organización a la medida de sus intereses estratégicos. A pesar de ello, y, a pesar de que hasta la década de los 90 la ONU estuvo maniatada por la dinámica de enfrentamiento entre los países comunistas y los países capitalistas en el marco de la conocida como Guerra Fría, lo cierto es que la ONU ha jugado un papel clave en varios temas de relevancia global. En primer lugar, desde su creación, las Naciones Unidas desplegaron todo un conjunto de iniciativas para la promoción y la protección de los derechos humanos. Aunque aún queda un largo camino por recorrer, hay que reconocer que la ONU ha elaborado normas e instituciones que siguen resultando indispensables para la protección de la dignidad humana en distintos puntos del planeta.
En segundo lugar, la ONU ha sido un espacio donde se ha promovido la igualdad entre hombres y mujeres, un objetivo que ya aparecía en el mismo preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas (1945). La ONU ha creado diferentes organismos y diferentes normas que han tenido por objeto la consecución de la igualdad de género a nivel global. A pesar de los avances, debemos reconocer que la igualdad entre hombres y mujeres sigue siendo todavía una quimera en muchos lugares.
Otro aspecto central de la labor de la organización internacional de alcance universal ha sido su papel en el segundo proceso de descolonización que se inició en África y Asia a partir de los años 60. Aunque todavía quedan algunos territorios por descolonizar, como el caso de la antigua colonia española del Sáhara, lo cierto es que el proceso de descolonización prácticamente está culminado a día de hoy.
Un ámbito en el cual la ONU realmente no ha podido lograr sus propósitos es en el del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Como los conflictos de Libia, Siria, Irak o Afganistán se encargan de recordar, paz sigue siendo una aspiración para millones de personas que se ven directamente afectadas por las dramáticas consecuencias de los conflictos: desplazamiento forzado, desapariciones, violencia sexual, torturas…
Como afirma un dicho diplomático, “las Naciones Unidas no sirven para nada, pero, si no existieran, habría que crearlas”. Los desafíos globales que tiene la humanidad ante sí, desde el cambio climático a la pandemia global de la Covid-19, pasando por los millones de personas que se ven forzadas a dejar cada año su lugar de origen, hacen más necesario que nunca que una institución global como la ONU ponga su granito de arena para su resolución. Esperemos que este 75 aniversario sea un momento de reflexión acerca de las bondades del multilateralismo, dejando de lado el aislacionismo, el nacionalismo proteccionista y el unilateralismo defendidos hoy por muchos países.