Guillermo Dorronsoro señala en Deusto Forum que para transformar la industria es fundamental cambiar las infraestructuras de ciencia y tecnología

El Decano de Deusto Business School Guillermo Dorronsoro ha participado el 4 de abril en el nuevo ciclo de Deusto Forum Hacia la salida de la crisis: Cómo? En qué condiciones? Una intervención en la que ha planteado una reflexión sobre los grandes retos a los que se enfrenta nuestra economía en esta próxima década y en el resto del siglo XXI, tratando de ampliar el marco geográfico y temporal, así como las referencias de los indicadores económicos habituales, para centrarse en tres elementos: personas, conocimiento e industria.Noticias

04 marzo 2014

Campus Bilbao

A su juicio, para transformar nuestra economía, la clave fundamental es transformar nuestra industria. Y para acompañar esa transformación, es fundamental transformar también nuestras infraestructuras de ciencia y tecnología. Y, en última instancia, quien transforma son las personas, con visión, con esfuerzo y con principios claros, con valores.

El Decano se ha referido al papel de las Universidades en esta transformación, y en particular al papel de una Escuela de Negocio como Deusto Business School, que debe formar a personas capaces de acometer estos procesos de transformación, tomando el testigo de La Comercial, cuyos Licenciados han conducido y conducen a los buques insignia de nuestra industria y de nuestras empresas de servicios avanzados.

Guillermo Dorronsoro, @guillerdorron en Twitter, ha insistido en la necesidad de la lectura de libros de referencia que permitan profundizar en el entendimiento de la situación actual, y también de la oportunidad de seguir a través de las redes sociales los últimos artículos y comentarios de los principales expertos a nivel mundial.

También ha aportado estadísticas y datos que han respaldado sus mensajes fundamentales, deteniéndose en particular en la estrategia europea 2020 y los objetivos marcados por la Comisión Europea de que la industria represente un 20% del Valor Añadido Bruto, y la inversión en I+D suponga un 3% del PIB, objetivos que, a su juicio, se quedan cortos para Euskadi, que tendría que incrementar el nivel de exigencia para converger con los territorios que lideran la industria del conocimiento en Europa.