22 abril 2009
Otros
No quiero ocultar otra faceta de aquel tiempo, porque creo que realza aún más su figura. Lo dijo él mismo cuando cedió el testigo al siguiente Rector. P. Dionisio Aranzadi SI, porque comparó sus dos años en Deusto con los años de noviciado, que habían sido sin duda alguna de gran resultado para su vida, de gran cambio interior y aprendizaje (en este caso, diría yo, para ilustración de Deusto) y, al mismo tiempo los había vivido con la dificultad propia a un período semejante. Sus años de Decano en una Universidad pública no podían haberle situado con ventaja ante una estructura privada y jesuita del momento, que, por otro lado, acababa de pasar una etapa de cinco años de gran expansión liderada por otro jesuita catalán, el P. Pedro Ferrer Pi SI. Las estructuras, quizá necesarias en el momento y derivadas de unos Estatutos Generales constituyentes recién aprobados, no encajaban perfectamente con un talante más abierto como el que quería implantar el P. Dou, y llevaron a hacerle pasar momentos de cierta dureza; para lo cual había venido internamente preparado al dejar su, para él, cómoda situación madrileña.
En definitiva, había dejado su mensaje claro antes de marchar, y la Universidad de Deusto a lo largo de los años ha seguido su camino aprovechando lo mejor de sus personas, entre ellos indudablemente del P. Albert Dou SI. Descanse en paz
P. Jesús M Eguíluz SI
20 de abril 2009