Encuentro Deusto Business Alumni con Anton Arriola, presidente de Kutxabank

Anton Arriola

05 mayo 2025

Campus Bilbao

Deusto Business Alumni, en colaboración con PwC, celebró el pasado 5 de mayo un Encuentro con Antón Arriola, presidente de Kutxabank, bajo el título Plan Benetan 2025-2027: cliente, transformación digital y personas. Una conferencia en la que abordó este proceso “ambicioso y transformador” que la entidad desplegará en los próximos tres años.

Tras las palabras de bienvenida de Antón Azlor, presidente de Deusto Business Alumni, Asier Atutxa, socio responsable de PwC en el País Vasco, ofreció una panorámica de la coyuntura económica actual, centrada tanto en la economía vasca como en las principales tendencias globales. Para ello, presentó un informe económico mensual, con especial atención al contexto local, en el que destacó algunos datos y movimientos relevantes.

Entre ellos, subrayó el aumento de la financiación china para metales estratégicos, una señal de los reajustes globales vinculados a la transición energética y tecnológica. También alertó sobre la posible entrada en recesión de México, reflejando cómo ciertas economías emergentes empiezan a mostrar signos de desaceleración en un entorno internacional incierto.

Atutxa también enfatizó dos retos clave para el desarrollo empresarial: el vertiginoso ritmo de digitalización que atraviesa todos los sectores y la dificultad creciente para atraer y retener talento, convertido ya en un factor estratégico para la competitividad.

Cinco revoluciones y el papel de la banca

Antón Arriola abrió su intervención señalando que vivimos en una época marcada por cinco grandes revoluciones: la tecnológica, impulsada por la inteligencia artificial; la geopolítica, con tensiones crecientes y un retroceso de la globalización; la demográfica, con la caída de la población activa; la energética, asociada a la transición verde y la dependencia del gas ruso; y una revolución regulatoria que comienza a orientarse hacia la simplificación normativa.

En este escenario, defendió que los mercados siguen siendo la mejor defensa de la economía global y que la banca debe adaptarse con agilidad y visión. En el caso de Kutxabank, destacó que los años 2023 y 2024, marcados por una fuerte subida de los tipos de interés, han servido para reforzar la inversión en talento y digitalización, con una apuesta decidida por el crecimiento.

Esta estrategia se sustenta en la diversificación, el refuerzo de capacidades y la unificación de marcas. Uno de sus pilares es el Plan Benetan, con el que Kutxabank busca liderar en digitalización, eficiencia, gama de productos, atención al cliente y compromiso social. El objetivo: ser un referente no solo en Euskadi, sino también en territorios clave como Córdoba.

Crecimiento, impacto y orgullo de pertenencia

Arriola detalló algunos de los objetivos cuantificables del grupo para los próximos años: sumar 100.000 nuevos clientes, crecer un 30% en tres años y alcanzar los 50.000 millones de euros en patrimonio gestionado. También destacó el componente humano: “Queremos que las personas estén orgullosas de trabajar en Kutxabank”, afirmó, aludiendo a iniciativas de formación, comunicación y cultura corporativa.

En el plano financiero, el grupo aspira a alcanzar los 150.000 millones en volumen de negocio, más de 510 millones de beneficio neto y una cartera crediticia diversificada que llegue al 39% en 2027. En este sentido, puso en valor la creación de un instrumento clave para el tejido industrial vasco: una inversión de 500 millones de euros para impulsar empresas tractoras y proyectos estratégicos a través de plataformas como el fondo público Finkatuz o iniciativas privadas como Artizarra.

Además, anunció la puesta en marcha de Indar, una nueva cartera de inversiones dotada con otros 500 millones de euros, concebida como herramienta clave para dinamizar operaciones de calado en Euskadi. “Indar supone un cambio relevante en nuestro escenario de inversión”, explicó, destacando que permitirá afrontar operaciones de hasta 100 millones de euros, un rango hasta ahora sin cobertura suficiente en el ecosistema financiero vasco.

Actualmente, ya hay una docena de operaciones en estudio, centradas tanto en la entrada directa en empresas tractoras como en proyectos coordinados con el Gobierno Vasco, ‘family offices’ y plataformas como la Fundación Artizarra. El objetivo es conformar una cartera de inversiones sólida y atractiva que, si evoluciona positivamente, podría incluso dar lugar a una futura salida a bolsa.

Debate final y mirada al futuro

El encuentro concluyó con un debate moderado por Almudena Eizaguirre, directora general de Deusto Business School Executive Education, en el que se abordaron tanto la situación macroeconómica como las prioridades estratégicas del banco y su visión del futuro de Euskadi.

Sobre el contexto actual, Arriola reconoció la persistente incertidumbre y cierta ralentización en la inversión empresarial, pero se mostró moderadamente optimista: “También hay brotes verdes. El crecimiento continúa y confiamos en que esta incertidumbre global se estabilice y cesen las guerras atroces que estamos viviendo”.

Preguntado por el papel de Euskadi en el proceso de reindustrialización de Europa, se mostró esperanzado: “Tenemos empresas muy relevantes que hay que saber aprovechar. Europa va a vivir muchos cambios, y Euskadi debe estar bien posicionada”. Subrayó además la acogida positiva que ha tenido Indar: “Ya se están gestionando operaciones. La respuesta está siendo muy relevante”.

Por último, quiso lanzar un mensaje de confianza en el potencial del tejido empresarial vasco: “Soy muy positivo. El nivel de nuestras empresas es altísimo. Hay retos importantes, como el demográfico, pero lo esencial es generar economía desde todos los frentes”.

En cuanto a la atracción de talento, Arriola afirmó que Kutxabank quiere “seducir con proyectos ilusionantes”. Reconoció que muchos jóvenes se marchan a Madrid tras formarse, pero insistió en la necesidad de fortalecer un ecosistema local atractivo: “Generar economía y buenos proyectos es la clave”. Sobre el uso de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial generativa, admitió que están en fase de observación y adaptación: “Nos cuesta encontrar perfiles, pero vamos poco a poco. Tenemos una actitud prudente: esperamos que la tecnología se asiente para integrarla de forma efectiva”.

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