Deusto Innovación Social participa en el Congreso Emprende 2011, donde Emilio Duró expuso una ponencia sobre Optimismo e Ilusión

Deusto Innovación Social, a través de su Directora Garbiñe Henry y el investigador Gonzalo Vicario, ha participado en el Congreso Emprende 2011, organizado por Euskadi+Emprende, que tuvo lugar el pasado 14 de septiembre en el BEC. Emprende 2011 se trata de una jornada dedicada al desarrollo de las personas en el ámbito laboral, enfocada a personas emprendedoras. Entre los ponentes invitados se encontraba Emilio Duró quien pronunció su ponencia: Optimismo e Ilusión. Noticias

14 septiembre 2011

Campus Bilbao

La jornada estaba estructurada en dos itinerarios diferentes. El primero dedicado al Emprendedor, consistía en talleres ágiles de 30 minutos con temáticas de gestión de proyectos, ideas e imaginación, capacidades, liderazgo, recursos humanos, mercados, financiación, marketing, cooperación, empleabilidad y networking emprendedores. El segundo itinerario estaba dedicado a ?Los Emocionales? con charlas taller de una hora cuyo objetivo era trabajar la creatividad, comunicación, confianza, networking, estrategias negocio on-line, productividad 2.0 y marca personal.

Respecto a la ponencia de Emilio Duró, reconocido conferenciante internacional en el ámbito del Desarrollo Humano, Licenciado en Ciencias Económicas, Master en Administración de Empresas y prestigioso consultor, fue todo un un éxito, tanto por la afluencia de gente como por la capacidad del ponente para captar la atención de los asistentes. Emilio Duró se define como una persona que estudió con vocación, pero cuando llegó a la edad de 32 años con un puesto de responsabilidad de una gran empresa se dio cuenta que no era feliz. Por eso decidió dar un cambio a su vida, reflexionar sobre los factores que influyen en la felicidad de las personas y el estudio del aprendizaje en las edades más tempranas.

Está convencido de que es durante los primeros años de vida cuando se desarrollan los principales rasgos de la personalidad y factores que determinan los comportamientos de los individuos. Utiliza anécdotas y experiencias para demostrar que el fracaso profesional se debe más a deficiencias en el desarrollo emocional que a causas técnicas. En primer lugar plantea que recibimos una educación muy técnica, que quizás no sea del todo correcta, ya que el éxito y la felicidad no viene dada por un determinado nivel de conocimientos técnicos ni por una cantidad de bienes. Compara las oportunidades, bienes, viajes, etc. que nosotros tenemos con las de su abuela y sin embargo dice, que ahora somos mucho más infelices que antes, creando así un mundo de paranoicos. Por lo tanto, argumenta que la felicidad depende de motivos ajenos a la cantidad de bienes o nivel de conocimiento: Antes la felicidad estaba en beber, comer y reír. La mayor parte de las personas morían jóvenes y no tenían tiempo de aburrirse. Ahora a partir de los 40 la genética te intenta matar y te preguntas qué he hecho con mi vida? A esto responde, que según te vas haciendo mayor vuelves a buscar amor como cuando somos pequeños. Para él, lo más importantes es su familia y dice que a pesar de haber estudiado toda la vida, su familia es lo único que no ha elegido por la razón sino por el corazón. Añade que un cuidado del cuerpo a través del deporte y una dieta equilibrada es imprescindible para sentirte bien, ya que si tienes mal el cuerpo, no puedes tener bien la cabeza.

Emilio Duró ha estudiado el llamado coeficiente de optimismo, que viene dado, en parte, por la genética y en parte es aprendido. Defiende que los niños que se ríen en el vientre de su madre viven más, que hay personas que a pesar de cambiarle de puesto en una organización sabes que van a rendir de forma adecuada. Precisamente por esto hace especial énfasis en la selección de personal en las organizaciones, tanto desde el punto de vista técnico como emocional, ya que hay algunas personas que no merece la pena motivarlas. Hay que soñar con éxito! La mente no distingue entre realidad y ficción. Pedir opinión solo a la gente optimista, abandonar los miedos al fracaso y buscar aquello que te motive.

Explica que en un principio el ser humano era cazador, pero con la llegada de la agricultura nos volvemos más seguros. Nos preocupamos de cuidar las tierras y por tanto aparece la propiedad privada. Comienzan los miedos a perder aquello que tienes y nos pasamos el día pensando lo malo que puede pasar. Dejamos de vivir el presente para preocuparnos por el futuro. La felicidad no está en tener algo, sino en estar en proceso de lograrlo. Disfruta del día a día.

Piensa que las personas se tienen que hacer responsables de sí mismas, dejar de lado el victimismo y la queja, y pasar a tener, como él llama, una vida biográfica, proactiva:

Yo decido lo que hago!
Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla,
que no hay decirle que haga las cosas,
sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace.
La gente que cultiva sus sueños
hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.
Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones,
la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.