Deusto inaugura la restauración de la estatua de San José, una obra en la ladera del monte que recuerda una pandemia de hace más de un siglo

null

04 octubre 2021

Campus Bilbao

La Universidad de Deusto celebró el 4 de octubre, la inauguración de la restauración de la estatua de San José, una obra ubicada en la ladera del monte detrás del edificio principal que recuerda una pandemia de hace más de un siglo. Esta fecha coincide con el mismo día en que vuelve la presencialidad total a las aulas y la actividad académica recupera su normalidad tras otra pandemia.

Entre 1889 y 1890, Europa fue azotada por una devastadora epidemia de gripe que provocó una importante mortalidad y que, en Deusto, llegó a afectar a un centenar de personas entre estudiantes y profesores. Ante esta situación se imploró el auxilio de San José, símbolo de la ética del cuidado. Todos sobrevivieron. En agradecimiento a no haber tenido que lamentar ningún fallecimiento, la Universidad determinó erigir una imagen del santo patriarca y, además, hacerlo sobre un alto, en un lugar bien visible para que se pueda ver desde Bilbao y desde múltiples puntos del campus. La elección del lugar no fue caprichosa, sino que se situó allá donde más destaca: justo sobre el horizonte.

La escultura en piedra, rehabilitada gracias a la colaboración de la Fundación Gondra Barandiarán, fue tallada en 1889 por Vicente Larrea Aldama. Este escultor también es el autor de las dos imágenes de los Sagrados Corazones de los claustros universitarios, fechados en la misma época, y de los retablos -hoy perdidos- de las dos capillas con las que por entonces contaba la Universidad.

En su primera época, el monumento de san José estaba adornado por un templete guarnecido de bombillas que se encendía, además del 19 de marzo, todos los miércoles que era el día, especialmente dedicado al santo. El conjunto, que, apostado en un alto y casi en pleno campo, brillaba aislado en medio de la noche, sirvió durante años de referencia nocturna para orientación de los bilbaínos, por lo menos una vez a la semana. El templete y las bombillas desaparecieron bien entrado el siglo XX remplazándose con un reflector que, según las crónicas de la época, “no llega a dibuja la silueta de la imagen” y más tarde, dejó de encenderse. Hoy, el monumento pasa la noche rodeado de los múltiples puntos de luz que han surgido en la ciudad.

Más de 100 años después, y de nuevo dentro de una nueva pandemia de la que se va saliendo, la estatua vuelve a brillar recuperando su protagonismo en el paisaje del campus: ayer como recuerdo y testimonio de gratitud de quienes nos precedieron en Deusto y hoy, como invitación a actualizar y fomentar la ética del cuidado que simboliza San José.

Acto de inauguración

El acto comenzó en el atrio del edificio de la Facultad de Ingeniería donde, tras una breve oración, tomaron la palabra el presidente del patronato de la Fundación Gondra Barandiarán, Guillermo Barandiarán, y el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert. A continuación, se inició la subida en procesión a San José y bedición de la estatua.

La Universidad de Deusto ha elegido para esta inauguración la fecha del 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, santo patrono de la ecología. Este día culmina ‘El Tiempo de Creación” un periodo que se inició el 1 de septiembre, jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y que ha sido señalado para celebrar la creación y sensibilización con el cuidado de la casa común y la biodiversidad.