08 marzo 2023
Sala Garate
El Centro de Ética Aplicada y Deusto Business School celebraron el pasado 8 de marzo las VI Jornadas de Ética, en colaboración con la Fundación BBK. Bajo el título “Nuevos desafíos éticos de las empresas en el uso de los sistemas de Inteligencia Artificial”, el objetivo fue contribuir a una mejor comprensión y afrontamiento de cuestiones como la discriminación algorítmica o la protección de los derechos digitales. Una capacidad que resulta cada vez más necesaria para un ejercicio profesional responsable, especialmente en los niveles directivos.
En la inauguración participaron Agustín Garmendia, presidente de Deusto Business Alumni, y Gorka Martínez, director general de la Fundación BBK, quien habló de cómo la IA está influenciando, cada vez más, en nuevas áreas de actividad económica, así como de la importancia de la privacidad y la seguridad de los datos. Después, Javier Arellano, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, definió la inteligencia artificial como la réplica de algunos elementos de la mentalidad humana como son: el aprendizaje, el razonamiento y la interacción. Al respecto, apuntó que deja otros aspectos de lado y que no incluye el elemento moral.
A continuación, comenzó un debate, moderado por Peru Sasia, responsable de Transferencia de Conocimiento del Centro de Ética Aplicada, en el que participaron Ana Isabel Herrán, vicedecana de estudiantes, investigación y transferencia de la Facultad de Derecho y profesora de Derecho Civil y Javier Camacho, profesor e investigador de Advantere e ICADE y experto en Ética Empresarial e Inteligencia Artificial.
Javier Camacho habló de los difíciles retos a los que se enfrenta la empresa por aterrizar la IA en el día a día. Por su parte, Ana Isabel Herrán comentó que las empresas no se quieren quedar atrás y, sin embargo, la normativa sobre la cuestión se encuentra bajo mínimos con los riesgos que esto acarrea para los datos de las personas y las empresas. La profesora Herrán informó sobre las distintas cartas de Ética que han venido escribiendo las organizaciones, pero que “no han aterrizado jurídicamente”. En su opinión, hay que fomentar un sesgo inclusivo, con beneficio para todos los desfavorecidos.
