01 diciembre 2025
Campus Bilbao
Un estudio que acaba de publicar la revista científica Sustainability y que ha sido desarrollado por un equipo de investigación de Deusto Business School analiza cómo perciben los residentes de Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla el impacto del turismo en términos de sostenibilidad. La investigación también valida con rigor estadístico, la escala internacional SUS-TAS, una herramienta que mide a través de siete parámetros las actitudes ciudadanas hacia el turismo sostenible.
Partiendo de que las cuatro ciudades coinciden en disfrutar de excelentes conexiones y comunicaciones por tren, carretera y avión, así como un enorme crecimiento en los últimos años en términos de alojamientos turísticos, el estudio, basado en una encuesta a 660 residentes, concluye que las percepciones varían de forma significativa entre ciudades con distinto grado de madurez turística. Los resultados muestran que los residentes de Barcelona registran los niveles más altos de percepción de costes sociales del turismo, destacando la masificación, el deterioro del entorno y la pérdida de calidad de vida.
Por su parte, Bilbao, cuya expansión turística es más reciente, muestra niveles más bajos de percepción de impactos negativos y un apoyo especialmente elevado hacia la planificación a largo plazo y la necesidad de modelos turísticos ordenados, participativos y sostenibles. A medio camino se sitúan Madrid y Sevilla. En el primero de los casos, aunque la percepción de presión turística es menor que en Barcelona, los residentes madrileños sí muestran preocupación por el incremento reciente de viviendas turísticas, la saturación en zonas céntricas y el impacto sobre los precios de la vivienda. No obstante, la capital mantiene una visión relativamente positiva sobre los beneficios económicos y la diversificación que aporta el turismo.
En el caso de Sevilla, el estudio detecta un equilibrio ya que, pese a que los residentes valoran positivamente el papel del turismo en la economía local, identifican al mismo tiempo la existencia de tensiones crecientes en áreas históricas, especialmente relacionadas con la congestión urbana, la convivencia con visitantes y la pérdida de identidad de algunos barrios tradicionales.
Políticas adaptadas al contexto
El estudio concluye que las personas con mayor nivel educativo valoran de forma más intensa la sostenibilidad ambiental, los beneficios económicos y la importancia de la planificación. Por el contrario, la edad, el tiempo residiendo en la ciudad o la situación laboral apenas influyen en las percepciones.
El equipo investigador subraya que los resultados refuerzan la necesidad de impulsar políticas turísticas adaptadas al contexto local. En ciudades como Barcelona o Madrid, esto implica abordar la masificación, la convivencia y la regulación de las viviendas turísticas; mientras que en destinos como Bilbao o Sevilla es clave anticiparse a posibles tensiones mediante la planificación estratégica y la participación ciudadana.
En este sentido, los autores del estudio consideran que diseñar destinos sostenibles requiere situar a la ciudadanía en el centro de las decisiones, reforzando la participación comunitaria, la planificación a largo plazo y dotarse de un modelo turístico que priorice el bienestar de los residentes combinado con la competitividad del destino.