12 noviembre 2019
Sede Madrid
En España, a principios del siglo XX, sólo uno de cada cien habitantes llegaba a los sesenta y cinco años y hoy, sin embargo, el 95% de las personas los supera. Gracias a los avances médicos disfrutamos de un extra de 15 años de vida, lo que ha propiciado la aparición de una nueva etapa vital entre los 50 y 70 años que se ha bautizado como la generación silver. Estos fueron algunos de los aspectos que abordaron en Valencia el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri; la presidenta de EDEM, Hortensia Roig; el presidente de Mapfre, Antonio Huertas y el director de Deusto Business School, Iñaki Ortega. Todos ellos analizaron las oportunidades de la economía del envejecimiento a partir del libro escrito por los dos últimos y titulado “La revolución de las canas”.
A lo largo de un coloquio, moderado por la periodista Sonia Valiente y al que acudieron numerosos empresarios valencianos, incluido el presidente de Mercadona, Juan Roig, se destacaron los principales efectos socioeconómicos que comportará el fenómeno de la mayor longevidad.
Durante el diálogo, y dada la actual encrucijada en la que se encuentra el sistema de pensiones en España derivada en gran medida por el cambio de la pirámide poblacional, los ponentes convinieron en recomendar diferentes fórmulas de ahorro para afrontar económicamente los años de la jubilación. En este sentido se abogó, no solo por fomentar el ahorro particular, sino también por incentivar a las empresas a ahorrar junto a sus empleados de forma que, al llegar a la jubilación, los empleados puedan disponer de una renta adicional a la de la pensión tradicional.
Asimismo, se mostraron a favor de considerar la prolongación de la vida laboral teniendo en cuenta diversas fórmulas que van desde la existencia de jornadas más reducidas a la del autoempleo a través del emprendimiento, por ejemplo. Añadieron que las carreras profesionales que serán más largas no tendrán por qué ser lineales, sino que se tenderá a cambiar no solo de empresas sino también de puestos de responsabilidad, de modo que un jefe no tendrá que serlo siempre.
También reflexionaron sobre la necesidad de seguir formándose a lo largo de toda la vida laboral de forma que los trabajadores de más edad no se queden descolgados y quisieron desmontar los mitos de que la tecnología puede suponer una barrera a partir de determinada edad. Y, por último, recalcaron que con la prolongación de las vidas laborales se posibilitará el nacimiento de nuevas industrias para servirles y nuevos emprendedores, muchos de ellos séniores, que encontrarán oportunidades donde nadie pensó que podía haberlas.