18 junio 2025
Campus Bilbao
Un año más, la Universidad acogió el 18 de junio la entrega de los Premios, convocados por la Asociación Kale Dor Kayiko desde 1989, para premiar el éxito escolar del alumnado gitano de Bizkaia y Gipuzkoa. Esta iniciativa parte de la idea defendida y por la que trabajan cada día en Kale Dor Kayiko y es que solo la educación académica va a sacar de la exclusión social a su Pueblo y le va a permitir superar la situación de desigualdad en que actualmente se encuentra.
En este sentido, los objetivos de este premio son, por un lado, manifestar el orgullo que supone para el pueblo gitano el que los escolares hayan aprovechado la oportunidad que sus mayores, en la mayoría de los casos, no tuvieron. Por otro, reconocer públicamente el trabajo realizado por este alumnado a lo largo de toda su escolaridad, por su profesorado y por sus familias; y por último, animarles a continuar estudiando y demostrar lo que valen en las sucesivas etapas formativas: Secundaria, Bachiller, Ciclos Formativos, Universidad,...
El Premio KDK se otorga al alumnado que aprueba 6º de Primaria, 4º de la ESO y Bachillerato, así como algún ciclo formativo medio o superior, diplomatura o licenciatura. También se reconoce el esfuerzo de aquellos que, sin aprobar, lo merecen por el interés y esfuerzo demostrado. En esta 26ª edición una treintena de estudiantes de toda Bizkaia recibieron el galardón. En un ambiente festivo y de celebración la asociación agradeció el esfuerzo al alumnado y a sus familias. Las palabras del alumnado premiado se centró en agradecer a las familias, a los compañeros y compañeras su apoyo, pero también a transmitir ánimos al alumnado que viene por detrás.
A lo largo del acto, tomaron la palabra Oscar Vidaurrazaga de la Asociación KDK y la Decana de la facultad de Educación y Deporte, Isabel Rubio. Además de los representantes de los departamento de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao y Educación del Gobierno Vasco.
La Universidad de Deusto colabora desde hace años con la asociación Kale Dor Kayiko. Así, proporciona un marco incomparable a una actividad eminentemente académica, y simbólicamente abre sus puertas a la cultura gitana manifestando así el deseo de acoger en su campus a todas aquellas personas de este pueblo que lo deseen, así como su compromiso con la justicia social en su entorno más cercano.