01 abril 2008
Campus Bilbao
La investigación ha estado dirigida por M Teresa Laespada, directora del IDD. El equipo redactor lo han constituido personal del IDD, de la Universidad de Deusto y personas colaboradoras con el citado Instituto, entre las que se encuentra el catedrático de sociología, Javier Elzo. El universo correspondiente a la presente investigación es el alumnado de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO); del Bachillerato LOGSE; del grado medio de Formación Profesional (FP) y de Iniciación Profesional (CIP) de las redes educativas pública y privada. El ámbito del estudio es el término municipal de Vitoria/Gasteiz. El número total de componentes de este universo, para el curso escolar 2007-2008, era de 13.777 alumnos y alumnas. En las redes de enseñanza se discriminaron la pública y la privada.
Del total de respuestas recogidas de la muestra (1.681 jóvenes), el 76% (1.277 jóvenes), asegura no haber fumando nunca tabaco en los últimos 30 días. Los que sí admiten haber consumido tabaco lo hacen: el 11,1% de uno a diez cigarros al día y el 4,4% más de diez al día. Puede afirmarse que más de siete de cada diez escolares no es fumador El consumo de tabaco en edades adolescentes es claramente femenino. A medida que aumenta la edad aumenta el consumo de tabaco y la edad media de inicio en el consumo se situa en los 13,3 años, siendo el periodo de los 12 a 15 años el de mayor experimentación en este sentido. La comparación con Euskadi y España, salvando la distancia metodológica, parece apuntar a un menor consumo en Vitoria.
Respecto al alcohol, tres cuartas partes del conjunto de población escolar vitoriana con 12 y más años ha probado el alcohol y más de la mitad (56%) mantiene un contacto actual con la sustancia (consumo en el último mes) aunque sea de forma esporádica. Hay más población escolar que ha consumido alcohol de forma repetida y habitual que escolares que no lo hacen. Así, el 35,9% de la población escolar ha consumido más de 40 veces alcohol a lo largo de toda su vida frente al 23,0% que nunca lo ha hecho.
El consumo más actual, expresado por el consumo efectuado en el mes previo a la encuesta, señala que el 38,3% de la población escolar se ha mantenido abstemia pero el 41,2% ha mantenido un consumo, al menos, semanal (más de tres veces al mes). Al ser consumo de fin de semana, es lógico que los datos sean concordantes con los cuatro fines de semana que tienen de media un mes. En este caso, en un 4% quienes beben alcohol 40 y más veces, resultando este un consumo de riesgo. La evolución del consumo de alcohol los fines de semana apunta a una cierta moderación, sino retroceso en el consumo de alcohol. El municipio de Vitoria-Gasteiz tiene un consumo de alcohol entre escolares muy similar a la media vasca, si bien ligeramente inferior, y similar a la media española. La diferencia por el género señala que las chicas se han equiparado plenamente al consumo masculino e incluso pueden estar iniciando una cierta tendencia a incorporarse con mayor frecuencia a este consumo que los chicos. El consumo de alcohol se realiza a edades tempranas, situándose como la primera sustancia en los ritos de iniciación y son los 13 años la edad en la que la mayoría de las personas encuestadas ha consumido por primera vez alguna bebida alcohólica.
El cannabis es, con diferencia, la sustancia ilegal de mayor penetración entre la juventud escolarizada de Vitoria-Gasteiz. Un 36,7% ha experimentado con esta sustancia alguna vez en la vida. El 30,8% lo ha consumido en el último año, aunque sea una vez; el 20,7% al menos lo ha probado en el mes previo a la realización de la encuesta. Tras el cannabis, el resto de sustancias mantiene una distancia elevada en la proporción de escolares que las han probado. La segunda sustancia más consumida aparece el LSD u otras sustancias con efectos alucinógenos (5,5%), en tercer lugar la cocaína (4,7%) y tras ella las anfetaminas (4,3%), los inhalables (3,7%), el éxtasis (2,8%), el GHB o éxtasis líquido (1,3%) y por último la heroína (0,9%). El hallazgo más importante de esta encuesta es la reducción experimentada en el consumo de todas las sustancias ilegales, incluido el cannabis.
El análisis en función del género señala en 2007 una progresiva equiparación entre chicos y chicas a la hora de ?probar? las drogas, aunque sí que es cierto que esta semejanza se observa de forma más acusada en algunas sustancias que en otras. Respecto a las edades de inicio al consumo de sustancias, la tabla que se presenta a continuación identifica de forma clara que las primeras sustancias utilizadas son las legales, alcohol y tabaco, hacia los 13 años, posteriormente se inician en el consumo de cannabis, hacia los 14 años, y más tarde otras sustancias como pueden ser la cocaína, las anfetaminas y otras sustancias, hacia los 15 años.
En general, y atendiendo a la frecuencia de juego en el que potencialmente puede existir dinero como modo de apuesta, se aprecia que el juego más extendido entre los escolares encuestados son las apuestas con las amistades (34,8%) seguidos de aquellos que juegan a las máquinas recreativas (33,5%). Se produce un descenso generalizado en la frecuencia del uso de juego en todas sus facetas. En este sentido la introducción de las nuevas tecnologías en los hogares vascos puede ser una variable que puede estar incidiendo en el descenso del juego en maquinas recreativas entre los /as jóvenes escolares de Vitoria-Gasteiz. Esta disponibilidad de tecnologías informáticas en los hogares, ya no solo de consolas, sino también de ordenadores que permiten los juegos en red y el acceso a juegos remotos, etc. puede estar influyendo en ese descenso. En relación a la variable género, lo más resaltable es que, de todos los juegos analizados, los hombres jóvenes practican más esta serie de juegos que las mujeres jóvenes.
La familia es el ámbito en el que se inicia la socialización de los individuos. Las formas de relación con los padres y las madres han evolucionado, pero, para la mayoría del colectivo encuestado, el trato que mantienen con ambos es bueno y muy bueno tal como el 86,5% lo afirma. La familia sigue conformando el lugar y refugio fundamental para los miembros más jóvenes de nuestra sociedad. El peso que la familia tiene en la actualidad para el universo adolescente es incuestionable y el hecho de que las relaciones familiares sean buenas, facilita que la población adolescente se sienta cómoda en su hogar.
Respecto a los motivos de discusión, lo más reseñable es que se discute distinto en función del género. Con las hijas se discute mayoritariamente por la colaboración en los trabajos domésticos y con los hijos por los estudios. Los consumos de drogas de sus hijos preocupan en mayor medida a padres y madres que los de las chicas.
Encuestados y encuestadas dan importancia a sus amistades y salen con frecuencia con sus amigos y amigas. Por la tarde se sale sobre todo semanalmente, más las chicas que los chicos y principalmente de los 14 a los 18 años. Por lo que respecta a las salidas nocturnas la mayoría salen de noche los fines de semana y regresan a casa después de la medianoche. No hay apenas diferencias en el horario nocturno entre chicos y chicas. El hábito de salir de noche parece que se ha restringido algo en los últimos cuatro años pero la falta de moderación en el horario de regreso continúa.
El análisis de los resultados pone en evidencia que el alumnado de Vitoria sigue prefiriendo el ?cara a cara? para comunicarse, y que es el patio del centro escolar un buen espacio para hacerlo. Sin embargo, la segunda alternativa escogida es el teléfono móvil (76,6%) que se ha convertido en una herramienta adolescente fundamental, pero también el Messenger (69,8%), que es preferido al teléfono fijo (67,1%) e incluso a la comunicación que se establece cuando se sale de fiesta (67,3%).
El 68% admite hacer un uso frecuente de Internet, el 23,4% la utiliza, pero poco, un 5,4% dice no conectarse a Internet y el 1% desconoce su existencia. Es decir, el 91,4% de la población escolar tiene acceso a Internet y lo usa con más o menos frecuencia. Un dato que llama la atención es que el 75% de los que utilizan Internet lo hacen, normalmente solos, sin presencia adulta; con el padre o la madre el 2% y con presencia de un profesor en el centro escolar el 2,1%.