Tianjin: Nadie se imaginaría que una ciudad tan poco conocida en Occidente - tenga una cifra tan elevada de habitantes en su haber, alrededor de unos 11,5 millones nada más y nada menos. Un tráfico caótico donde los haya; una contaminación "peculiar" cuanto menos, y eso por no entrar en detalles, claro.
Mucha gente que transita en los diversos medios que podamos conocer y los que aún no, o ya hayamos olvidado que puedieran existir; los conductores de isocarro o de bicis oxidadas, y los dueños de un gran turismo deportivo, veáse Lamborghini o Maseratti, conviven en la misma urbe, sitio donde a su vez hemos de recodar que los vehículos tienen prioridad de paso sobre los biandantes, inteligible en una sociedad donde cada vez más se vulneran los derechos del débil.
Dentro de un maremagnum causado por el desaliñado aspecto de una gran metrópoli en la China Continental, por los elevados índices de CO2, por una gastronomía que no se antoja demasiado suculenta para comensal tipo en "bilbaíno" -pues todo lleva mucho picante-; dentro de un desorden generalizado para el esquema que tenemos presente, dentro de lo que bien podríamos definir como un vodevil de vida... encontré mi espacio! El espacio en la vida terrena que una ciudad lejana en el espacio nos puede ofrecer; espacio que, a modo de topo que escarba para hacer la vida que le ha sido predestinada, acabamos por entender como nuestro, porque algo nos ha hecho pertenecer y acercarnos para entenderlo más de cerca. Algo o alguien, claro!!